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ACUERDO CON IRÁN

Se dejó sin efecto El 

 

El cuestionado Memorándum de Entendimiento con Irán, firmado por el gobierno de Cristina Kirchner en 2013, impugnado por el fallecido fiscal Alberto Nisman y declarado inconstitucional en 2014, llegó a su fin: el flamante ministro de Justicia, Germán Garavano, por orden de Mauricio Macri, presentará un escrito en el que sostendrá que el Gobierno también lo considera inválido, por lo cual desistirá de la apelación.

La decisión que tomó Garavano y que se plasmará en un escrito que llevará pasado mañana a la Cámara Federal, es muy significativa e implica un giro de 180 grados en la política de la Argentina con Irán alrededor del caso AMIA.

El escrito producirá un efecto inmediato: dejará sin sustento la apelación que había presentado con anterioridad el ex ministro de Justicia Julio Alak -que defendía la validez del acuerdo, por orden de Cristina-, por lo cual ese acuerdo se caerá.

Por

Jorge B. Lobo Aragón

 La Cámara Federal porteña declaró inconstitucional el memorándum de entendimiento entre los gobiernos de Argentina e Irán para avanzar en la causa por el atentado a la mutual judía, de 1994. Fuentes judiciales informaron que la Sala I del tribunal revocó el fallo del juez Rodolfo Canicoba Corral que había considerado constitucional el acuerdo, por lo que ahora el memorándum queda sin efecto. El tribunal comunicó al Gobierno el fallo "a fin de que no se dé comienzo a la ejecución del Memorándum aprobado por Ley 26.843 y viabilizado  entre El canciller argentino, Héctor Timerman, y su par de Irán, Alí Akbar Salehi. La presidenta Cristina Kirchner, en su momento defendió el acuerdo con Irán por la causa AMIA y  envió al Congreso el texto del memorando de entendimiento para su aprobación, que fue sancionado el 28 de febrero del año pasado. La jefa de Estado justificó el convenio con las autoridades iraníes, al asegurar que constituye "un paso muy importante para destrabar una causa inmovilizada". Y afirmó que el objetivo "es conocer la verdad" sobre el ataque a la mutual, ocurrido en 1994 y que dejó 85 muertos. Al respecto, Cristina aseguró que "la Justicia argentina no va a ser obstruida ni mucho menos vamos a ceder soberanía", al tiempo que aseguró que los funcionarios judiciales argentinos "podrán ir a interrogar" a los imputados en Teherán y que los resultados que emita la Comisión de la Verdad no serán vinculantes. En esa línea, agregó que esa Comisión estará integrada "por cinco juristas prestigiosos que no podrán ser ni argentinos ni iraníes". Y justificó la decisión de interrogar a los sospechosos en Teherán al afirmar que "hay muchas causas en las cuales jueces federales argentinos han ido a otros países a hacer interrogatorios". O sea, en otras palabras, se  está investigando hechos ocurridos aquí en nuestro país con interrogatorios de una comisión en el exterior,  con el objeto de sancionar a  eventuales culpables de una masacre inconmensurable. Es cierto que investigar el pasado es una actividad interesante, lícita, valiosa. Lo hacen los historiadores, y la historia es útil como experiencia de los pueblos. Pero  que investigue una comisión a expensa de un juez extranjero lo sucedido aquí, no con el ánimo de enriquecer la experiencia colectiva,  sino de castigar, según su concepto de cuál sería la conducta aceptable en aquel tiempo y en aquellas circunstancias, es ridículo. Es  inconcebible que se pretenda investigar en otro país, con costumbres y tradiciones  totalmente distintas a la nuestra, hechos de tal naturaleza como el atentado de la Amia. Siempre hay argentinos que por un motivo u otro andan por Europa. Entre 1939 y 1945 seguramente habría miles por allá. Vemos qué extravagante sería que un juez argentino pretendiera averiguar a qué argentinos matarían injustamente los  nazis en su ocupación de Francia, o qué argentinos habrán sido masacrados por los soviéticos al ocupar Alemania, o qué argentinos habrán muerto en los bombardeos de los aliados sobre ciudades enteras. Esos argentinos estuvieron allá y los tomó una guerra; en la guerra murieron como tantos otros que tomaron las armas o que trataron de marginarse sin tomar arma alguna. Los mató la guerra. A nuestros hermanos los mato el terrorismo. Al poder de policía lo ejerce cada país de acuerdo a sus normas. Un juez argentino castigaría a un reo -de cualquier nacionalidad  que fuera, si le comprobara el delito de bigamia. En el Irán un juez consideraría que eso no es delito, que ese reo es inocente y podría casarse varias veces más todavía si se le diera la gana. Las normas cambian de un país a otro, de un tiempo a otro, y está bien que así sea para contemplar necesidades, criterios, circunstancias de cada medio. Hay quienes propician la creación de una policía internacional, de tribunales internacionales. Puede ser. Tito Livio enseña que las funciones elementales de los estados son hacer la guerra, hacer caminos y hacer justicia. Si un Estado renunciara a hacer justicia estaría declarando su incapacidad o su renuncia a su función elemental de estado soberano. Declinar de hacer justicia equivale a aceptar que la nación se ha diluido y que renuncia a la mínima forma de soberanía. Hoy a más de un año, se ha declarado inconstitucional el acuerdo. Nos preguntamos, se ha honrado a la patria con el acuerdo o solamente se ha dilatado una investigación que debe ser causa de estado. Hoy con el nuevo gobierno el acuerdo ha quedado sin efecto.  Se hará Justicia..

 

DR. JORGE B. LOBO ARAGON

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