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    PƔgina iniciada en Febrero 8, 2015

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    Amo a esta presidente o amo a este gobierno, porque me otorgó una subvención, ya que me entregó este terreno, ya que estoy excepto de pagar los servicios pĆŗblicos; es fanatismo o es una retribución al soborno? Cuando los aplausos bajan en cada discurso polĆ­tico oficial, la sensación que invade el ambiente es de naufragio. Con el voto, lo que hacemos es firmar un contrato tĆ”cito con el nominado para, una vez en funciones, haga las cosas bien. No tenemos que agradecer ni aplaudir, ni vitorear a alguien porque hace su trabajo. Esta recibiendo un pago de sus empleadores para llevar adelante a un paĆ­s de la mejor manera. Esta utilizando nuestro dinero para construir, mejorar o reformar nuestras pertenecĆ­as. Esta utilizando nuestras contribuciones para impartir justicia social. Esta usando nuestra confianza para diseƱar nuestro futuro. Por quĆ© expresar nuestro fanatismo o condescendencia? Por no pensar? Por estar al borde de conseguir un beneficio personal? Por miedo? Esta confianza se ha quebrado con cada paso en falso de la primera mandataria. Tampoco existe el terreno para debatir esto. ā€œMiente, miente, miente que algo quedarĆ”. Cuanto mĆ”s grande sea la mentira, mĆ”s gente la creerĆ”ā€ decĆ­a Joseph Goebbels. MĆ”xima segunda del manual del charlatĆ”n. Ejemplos suficientes como la amistad-enemistad de NĆ©stor Kirchner con Menem. La participación de los Kirchner durante el gobierno militar en pos de los Derechos Humanos (Basta ver y escuchar el testimonio del doctor Aguilar Torres quien los llama simplemente  ā€œCobradores y ejecutantes de hipotecasā€  Los Derechos Humanos? Esa era una hipoteca para ejecutar mĆ”s adelante. Y lo hizo. Maga causas en las cuales un sospechado principal interactĆŗa con quien lustraba las botas en un cuartel ya que todo uniformado o en las palabras de Alfredo Forti, hasta amigos y familiares de militares son responsables de encubrimiento. ā€œAlgo habrĆ”n hechoā€ se decĆ­a entonces. ā€œAlgo habrĆ”n hechoā€ queda instaurado en democracia.

    El plan Kirchner fue eficaz en leer la idiosincrasia del argentino medio, el desinterĆ©s, la indiferencia y el olvido.  "Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón, sino conseguir la victoria" gritaba Hitler tiempo atrĆ”s. Este postulado es adoptado en tiempos corrientes. Es oportuno rescatar el pronunciamiento de Diana Conti, expresĆ”ndose admiradora de uno de los mayores genocidas conocidos, Joseph Stalin. O la seƱora presidente, Cristina FernĆ”ndez de Kirchner cuyo lĆ­der espiritual pareciera ser Mao Tse-Tung quien causó la muerte de mĆ”s de 70 millones de individuos. Curiosos mentores de quienes levantan las banderas de los derechos humanos.

    La tradición de intolerancia del presente gobierno puede ser aunada a una sola frase: ā€œPara enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un detalle burguĆ©s arcaico. Ā”Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse en una frĆ­a mĆ”quina de matar motivado por odio puro.ā€ Su autor, Ernesto Guevara Lynch, pareciera regir la fórmula de los procedimientos de los jueces contra los presos polĆ­ticos argentinos. La prueba es innecesaria.

    Entre los pobladores que aprovechan la tajada y los que siguen sin ejercitar el mĆŗsculo cerebral hay un sector perteneciente a un partido polĆ­tico que cree que el otro, miembro de una ideologĆ­a distante esta equivocado. Es naturaleza humana. Pero no deberĆ­a haber discrepancia ante la ley y el acatamiento de esta. Los prisioneros polĆ­ticos hoy, en la repĆŗblica Argentina han sido despojados de sus Derechos Humanos. El tĆ­tulo de Prisionero PolĆ­tico no debe daƱar  los elementos aceptados del derecho y los derechos humanos, incluida la regla de igualdad ante la ley y ante los tribunales. La violación de la jurisprudencia nacional y tratados internacionales es un hecho. El estado terrorista en el cual agoniza la nación actual tambiĆ©n lo es.

    La metodologĆ­a utilizada por los jueces argentinos en su accionar en querellas contra acusados de crĆ­menes de Lesa Humanidad confirma la farsa que el gobierno de la seƱora Cristina FernĆ”ndez  de Kirchner lleva adelante. Estas maniobras de la presidente –dignas de Stalin- situadas en un cosmos envuelto en un alto grado de distopĆ­a, inducen a estos magistrados a cometer actos que rasguƱan el ridĆ­culo tal vez por ideologĆ­a, tal vez por miedo a represalias tales como perder sus puestos en cuestión de horas y pasar a ser enemigos-golpistas tratando de desestabilizar a la democracia (Argumento fundamental de la demagogia). En estas obras teatrales escritas por mediocres dramaturgos, los jueces dictan sentencias bajo órdenes del gobierno. Es esta una grave situación. Imperante es actuar bajo la ley, independiente esta de lo que quiera el totalitarismo reinante. Preocupante es la respuesta de las organizaciones de Derechos Humanos –locales e internacionales- quienes no ven o no quieren ver los arrestos ilegales, detenidos sin saber sus causas, sin pruebas en su contra, considerĆ”ndoles culpables, dejando de existir por falta de atención mĆ©dica, demorando ser auditados por el juez o fiscal. Esta respuesta es nula. Los abusos de gobiernos De Iure en los albores de los setentas y sus decretos de aniquilamiento ya estĆ”n estratĆ©gicamente fuera de la memoria participativa siendo reemplazados por la exclusiva responsabilidad de los excesos del gobierno De Facto durante los aƱos setenta y principios de los ochenta. Este terrible funcionamiento es copiado por el modelo tirĆ”nico de conducción orquestado por el malogrado NĆ©stor Kirchner y prolongado por su heredera. Las mercedes de personas que padecieron torturas o desarraigo son altas, como son altas las tentaciones de aquellos que pretenden ser vĆ­ctimas del gobierno De Facto. Estos Ćŗltimos utilizan la oratoria del relato mafioso de Cristina FernĆ”ndez de Kirchner, toman ventaja de la obediencia civil o de un pueblo no informado y subiĆ©ndose al tren de la obsecuencia de aquellos que viven de quienes pagan los impuestos para sacar alguna renta. Esta renta es dinero, que lo mitiga todo. El debate es vĆ”lido en el terreno de las responsabilidades y estas pesan sobre gobernantes democrĆ”ticos, grupos terroristas y mandatarios de facto. Los primeros parecen estar bajo el escudo de haber actuado en tiempos de democracia pese al despliegue de bravuconadas, grupos paramilitares, edictos firmados –que son un hecho, semĆ”ntica dudosamente discutible- secuestros y muertes bajo sus hombros. Los terroristas, y no olvidar que fueron tambiĆ©n ā€œgolpistasā€, porque son reivindicados por pelear por sus ideales sin importar los incontables inocentes caĆ­dos, secuestros y ajusticiamientos con tribunales caseros pretendiendo actuar en nombre de la voluntad del pueblo. Por Ćŗltimo, el desastroso gobierno militar cuya historia ha sido contada Ad Nauseam, modificada a conveniencia, reinventada pero siempre sentenciada. Como lo es todo ciudadano que haya portado un uniforme, cualquiera haya sido su actuación, es sentenciado por el gobierno corrupto y lo que es peor, por la opinión popular que digiere la propaganda oficial sin masticarla.  Es esto justicia? Nos sitĆŗa esto como seres inteligentes?

    Prisioneros Ilegales y Prisioneros PolĆ­ticos en la Argentina

    Por

    Fabian Kussman

    Argentina Redux

    Hector Hugh Munro, simplemente conocido por su nombre de pluma ā€œSakiā€, decĆ­a en una de sus tantas narraciones que ā€œEse lugar producĆ­a mĆ”s historias de las que podĆ­a consumirā€ Esto se puede aplicar con mucho acierto a la quebrantada RepĆŗblica Argentina. Una maratón de noticias sepulta a otra con una velocidad imposible de alcanzar. Las informaciones de ayer son estrictamente eso: Crónicas viejas. ReseƱas que son reemplazadas mientras se viaja de la cama a la oficina. Reportes a punto de ser relegados una vez discutidos en una mesa de cafĆ©. Son olvidos y esas omisiones traen consecuencias. Se dejan de lado y gente sufre, gente muere. Se destierra de la memoria a los niƱos Qom y estos fallecen desnutridos. Se desdibuja la imagen de aquella mujer abusada por su esposo y esta expira. Se pierde de vista la desventura de nuestros compatriotas y estos ven sus vidas comprometidas.

    Comprometida es el momento en la vida de Claudio Kussman. Un policía honrado que cae en desgracia mediante una extraña parodia que beneficia a aquellos que lucran con desgracias ajenas. Jueces que cuidan su puesto, fiscales que ascienden, personas que obtienen dinero. Los verdaderos desdichados son los que ya no estÔn y las familias de los que ya no estÔn en este mundo. Los que sufrieron y las familias de los sufrieron. Los que sufren y las familias de los que sufren. Para gente de cierta generación hay una lista de eventos que no sucedieron. Son tal vez aquellos que han adoptado a Ernesto Guevara como un romÔntico rebelde cuyo rostro esta colgado en una percha sin saber realmente que hizo, quien fue. Los libros de historia son escritos de manera tendenciosa y cuentan de la tragedia Argentina y que esta comenzó en el año 1976. Tal vez por pereza, tal vez por interés, se elige desconocer que comandos terroristas actuaron en tiempos de democracia. El debate nacional perpetúa al gobierno De facto como único responsable salteando pÔrrafos enteros. Estos capítulos hablan de una orden de una presidente y una decena de políticos firmando los decretos de exterminio. Estos enunciados dejados de lado hablan de políticos golpeando las puertas de los cuarteles.

    Claudio Kussman es, en breve, un ser humano que ha sido olvidado. Gracias a una manipulación que en su mayor parte suena ridícula, Kussman esta preso. Acusado sin pruebas, con testimonios falsos, con conclusiones hasta risueñas de parte de unos no muy brillantes fiscales. En otras palabras, una catarata de inculpaciones irracionales.

    Algunas de estas imputaciones logran una mueca en el posible lector. De la lectura de un acta policial de felicitaciones por la labor de Kussman de asistencia a la comunidad y proteger a esta de malvivientes, los fiscales interpretan que su actividad era claramente la lucha antisubversiva. A manera de analogía, una mujer amaba la lectura pero odiaba leer. Kussman es inculpado de crímenes contra la humanidad mientras trabajaba en el Comando Radioeléctrico de Bahía Blanca pero curiosamente nunca perteneció a esa unidad, dato que esta registrado en su Hoja de Servicios. Para que esta historia sea aun mÔs tragicómica, esta Hoja de Servicios fue presentada como evidencia por la propia fiscalía. Burla, indiferencia, incompetencia? Haga su apuesta, un premio se llevarÔ. Un artículo periodístico predice lo que una víctima/testigo va a decir una semana después en un juicio oral. Periodismo de anticipación o un reportero con habilidades paranormales? Una deposición de una víctima/testigo menciona al oficial Bluma como quien lo arresta.

    Por

    Fabian Kussman

    En el reporte del fiscal el nombre mencionado es Kussman. Prestidigitación o distracción? Una víctima es secuestrada por hombres encapuchados, sus ojos son vendados pero esta víctima logra comunicar los nombres de sus captores. Eran estos actores de reparto en una película de Mel Brooks? Se llamaban por sus nombres o es solo un caso de brizomancia de un fiscal? La misma víctima, fallecida en el año 2006, víctima de una enfermedad terminal, nunca menciona a sus apresadores una vez en libertad y en plena democracia. La compañera de celda de esta víctima durante un largo tiempo, nunca recibe esta información? La madre de esta víctima luego de visitarla, se aloja en un hotel y escribe una nota donde informa a su nieta sobre el conocimiento de los nombres de los captores nunca testifica este pequeño detalle ante los jueces. Olvido, perdón, manipulación?

    No toma mucho tiempo encontrar las siniestras ramificaciones de una causa inventada. Hay solo dos posibilidades a seguir. Uno bien puede deducir que los fiscales no se tomaron su tiempo para fabricar estas pruebas tan contundentes ante sus ojos, tan ilógicas ante quien realmente las lee o simplemente  presagiaron que en el medio de un caos nadie se tomarĆ­a el tiempo de examinarlas.  ā€œEl que dice una mentira no sabe quĆ© tarea ha asumido, porque estarĆ” obligado a inventar veinte mĆ”s para sostener la certeza de esta primeraā€ aun recita Alexander Pope a travĆ©s de sus escritos. Gabriel GarcĆ­a MĆ”rquez –siempre sacamos a GarcĆ­a MĆ”rquez del estante lleno de polvo cuando lo necesitamos- declama ā€œLa muerte no llega con la vejez, sino con el olvidoā€

    En una Argentina tan extraƱa, ante una mĆ­nima sospecha, un culpable no hubiera huido de este convulsionado paĆ­s? Kussman no lo hizo. Es inocente y durante aƱos se puso a disposición de la justicia para aclarar malentendidos. Hoy, ilegalmente encarcelado, batalla contra una causa infectada de pruebas inexistentes, declaraciones obviamente fabricadas, relatos varias veces falsificados de fiscales que –otra vez- o ni siquiera leyeron sus propias presentaciones o contando con el olvido y la inundación de escĆ”ndalos que afronta el argentino medio dan por descontado sus ideas como aceptables, pasables, suficientes para engaƱar a aquel que no desea pensar.

    Se respira la misma historia y pareciera que no aprendemos de los errores, de los resultados, de las consecuencias que nos afectan trasegando una y otra vez el despótico mensaje que presentan los usurpadores de la verdad. ā€œLa historia la escriben los vencedoresā€ mencionaba George Orwell en su maravilloso libro 1984. Pero la sufren todos.

    Nos olvidamos de pensar, de razonar, de impartir justicia para satisfacer nuestros puntos de vista, nuestra conveniencia, nuestros ascensos al poder, nuestra carrera hacia el dinero fƔcil. Negamos a los inocentes, postergamos los derechos de las personas, descuidamos quienes padecen injusticias, aquellos que son los nuevos David, esgrimiendo verdades ante un Goliath no solo poderoso, pero un Goliath que se ufana de ese poder, indiferente de quien ejercita el pensamiento.

    Jean Piaget, el sicólogo constructivista suizo, revivía el intento de secuestro del que fuera víctima a muy temprana edad. Rememoraba como su niñera había intentado defenderlo de sus captores, hasta incluso ser herida. Recordaba al policía interviniente y hasta el blanco bastón que este portaba. Sus reminiscencias eran nítidas y muchos pequeños detalles se perpetuaron en su memoria. Años mÔs tarde, su niñera despertó una mañana con un ataque de conciencia y confesó a los padres de Piaget que el mencionado secuestro nunca había ocurrido. La niñera había desatendido a la criatura por unos instantes. Había creado esta historia para ocultar su descuido.

    En 1994, durante un debate sobre los terribles hechos sucedidos durante el holocausto judío en un programa de televisión estadounidense conducido por el popular Phil Donahue, una mujer sobreviviente de Auschwitz declaraba afirmativamente sobre la fabricación de jabones con restos de seres humanos asesinados por los Nazis. Manifestaba haber dormido a metros del crematorio. dada su edad y su traumÔtica experiencia, sentí empatía por la mujer. Quería creerle. Pero estaba equivocada.

    La opinión popular Argentina tiene una justa debilidad por los familiares de desaparecidos y sobrevivientes de torturas durante el último gobierno de facto. Fue terrible. Es terrible. Hubo otros. Hubo torturados durante el gobierno de Perón (Félix Luna, por ejemplo) Hubo desaparecidos durante el mandato de Perón (Ana Guzzetti, por ejemplo) y hay torturados y asesinados ahora, en pleno régimen del gobierno Kirchner. Entre estos, los ex uniformados, pero ante ellos no observamos la misma sensibilidad. La opinión popular, un grueso de esta, los ve con otros ojos. El periodismo los llama fascistas y represores -aunque dudo que conozcan el significado de estas palabras- y el gobierno ya los ha sentenciado sean culpables o no. Se encuentren pruebas contra ellos, o no. Es por ello que es importante que estos casos no se traten con la liviandad que impera en una corte Argentina. La culpabilidad se debe pagar, pero los procesos deben ser justos, imparciales. Es la diferencia entre justicia y aberración. Entre la vida y la muerte, si se me permite.

    Durante los juicios de la ESMA, se escucharon algunas declaraciones inquietantes por lo trĆ”gicas y desgarradoras. Otras asombrosas, por lo insólito y por sus orĆ­genes. AllĆ­, en una corte de la Nación, en un edificio que deberĆ­a ser un templo de probidad, pundonor y cordura, en la Casa de la Ley,  la fiscal Ad

    Hoc María Soyza Reilly intenta una pregunta para una testigo: "Sabemos de su corta edad al momento de los hechos, pero le vamos a pedir si puede evocar sus recuerdos propios y cuÔles son sus recuerdos que fue construyendo a lo largo de los años" La testigo en danza tenía cuatro años al momento de la monstruosa desaparición de sus padres. Su hermana Laura, 11 meses. Esta manifiesta: "La base de mis testimonios mÔs allÔ del CELS y la parte documental que existió, se basa en testimonios de sobrevivientes...con los cuales tengo relación y vínculo" En su testimonio habla de una imagen de un vehículo rojo que su padre manejaba. "Yo tengo una imagen totalmente fantasiosa de esa camioneta, de haberla visto con una caja de madera...construcción imaginaria..." establece Laura Villaflor en un descargo que mas que propio pareciera ser información de segunda mano.

    Con mucho respeto, mi favorito es el testimonio de Angel Strazzeri, sobreviviente de la Escuela de MecÔnica de la Armada, en ese Tribunal Oral Federal Número 5: "Toda la información que tenemos es información que uno recibe de los compañeros, de los medios periodísticos, entonces a partir de estas informaciones uno se hace los elementos de juicio para después opinar, que no lo puede hacer con certeza..."

    No tengo intención de dudar que estas personas sufrieron y aún sufren la sombra de sus vivencias, pero sus palabras pueden sentenciar inocentes. Una equivocación en esta reconstrucción de la memoria puede costar una vida. Pareciera no importar ya que los jueces no se inmutan ante estas curiosidades y actúan como si hubieran recibido un memorÔndum o cierta "educación" de círculos superiores con anterioridad.

    El juez suplente Pablo Bertuzzi le consulta a un testigo acerca de datos y nombres -considerando estar haciendo el declarante un importante esfuerzo de memoria: "Usted nombró a personas detenidas antes que usted, pero le pido un esfuerzo. Cómo se entera de esto?" El declarante, Lisandro Cubas responde: "De algunos me recuerdo en el momento de los hechos y lo otro tiene que ver con 35 años de ejercicio de la memoria, lectura, lectura de otros juicios, testimonios de testigos..."

    Un desvío en estas imÔgenes fantasiosas puede llevar a que un inocente -cuyo apellido suena "fonéticamente similar" a otro uniformado continué en prisión sin poder declarar ante un juez u otro reciba una pena mayor por denunciar como otro recluso llegaba al fin de sus días a la manera de Víctor, el personaje del segmento "La Pereza" en la película "7even" que tanto nos horrorizó en la pantalla, pero no en la vida real, es mi parecer.

    Hay otra cara del horror. Hay gente que lo ha sufrido. Testigos como la seƱora Marƭa Lujan Bertella, quien -siento- ha sido defraudada por ambas partes. Una ciudadana abandonada.

    "El Poder no viene desde la gente, no viene desde un puƱo armado. Viene desde la mentira" Vivimos dĆ©cadas de nuestras vidas escuchando promesas que mĆ”s tarde se transforman en mentiras. Se reescribe la historia en base a una nueva mentira y tenemos la esperanza de que las futuras generaciones harĆ”n lo correcto sin tener en cuenta que una vez, nosotros fuimos futuras generaciones.  Treinta mil desaparecidos fue una mentira. Es espeluznante que una persona deje de existir, mil personas, siete mil personas. Entones, para quĆ© mentir? Porque el poder de la Propaganda es inmenso y descansa en cuanto mĆ”s grande es la mentira, mĆ”s gente la creerĆ”.       

    La Re-Fabricación de la Memoria

    Por

    Fabian Kussman

    Marzo 22, 2015.

    Marzo 11, 2015.

    Febrero 27, 2015

    Lea EL HOMBRE DE HONOR