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Octubre 13, 2015

 

El Megíasgate

 

Al Maestro con Cariño

 

Antes que usted pregunte. Megías, con "G" es un nombre de origen español  tal vez derivado de Matías, emanado de una forma antiquísima: Mexías.  Otros señalan que podría desprenderse de una mezcla del hebreo y arameo, cuya traducción sería Mesías.

En el libro de Fernando Patxot y Ferrer, Las Glorias Nacionales, este autor cuenta que un "Alfonso Mexía salió de Galicia contra los rebeldes de Murcia y su tierra, con gente esforzada y aguerrida. El rey Alfonso de Castilla, que tenía conocido su valor, lo remitió al rey Pedro III, para que le señalase puesto según su calidad y nobleza"

Esto es historia. Podría yo reescribirla y adherir que ese día Don Alfonso sufría una terrible jaqueca o se encontraba de mal humor ya que debería viajar y entrevistar a Pedro III. Pero los resultados de la historia son infalibles.

Supongamos por un momento que el general San Martín escribe su carta a Álvarez Thomas sobre su plan para con Chile y Perú reclinado en un sofá en vez de redactar la misiva sentado a un escritorio. El resultado de la historia es el mismo. El documento por cierto, existe. San Martín por cierto, existió. También sabemos que Pedro Edgardo Giachino estuvo entre nosotros, como así también aquella persona que descolgó su cuadro. Evidentemente, tanto como el mortal que -pensando que demostraría valentía siguiendo órdenes vulgares- descolgó el cuadro de Jorge Rafael Videla en el Colegio Militar de El Palomar. "Proceda" ordenó Néstor Kirchner en aquel momento y el heroico Bendini, en un acto de arrojo capaz de enmudecer a Juana de Arco o a George Patton, procedió. Discutamos sin insultos si Videla fue un líder, una marioneta o un asesino en serie. No hay discusión en la circunstancia de que fue presidente de la Argentina. Descubrir nuevos hechos es parte de la evolución de la historia. Tratar de suprimirla -sea cruel, ácida o de recuerdos lúgubres- es cometido de cobardes.

Fernanda Megías, esa forjadora de mentes jóvenes de la provincia de La Rioja, solo relató la historia de lo que sucedió en Formosa, Argentina, en una patria con gobierno constitucional que dejó un saldo de varios soldados muertos durante un ataque de un ejército terrorista. Es por ello que esos cobardes cercenadores de la historia apuntan sus lanzas sobre ella.

Bueno, sí. Usted puede observar que esto es confuso. Por la higiene de este argumento, podríamos decir que Fernanda podría haber dado una clase sobre la Batalla de Angaco o la Batalla de Stalingrado -consideradas realmente sangrientas- pero esta vez dedicó sus horas a educar a sus alumnos sobre un caso que afecta y lesiona a la historia oficial. Un evento veraz y apodíctico.

Otra historia es el debate que un padre puede tener con su hijo en edad escolar. Debe elegir entre criar a su primogénito como un individuo libre y pensante o adoctrinarlo hasta que -tal vez- un día encuentre el camino del escepticismo, lea, analice, delibere y descubra que su progenitor no solo le mentía con los regalos de los tres reyes magos. Es cierto, para aprender nunca es tarde. Solo que se desperdiciará mucho tiempo.

El 5 de octubre -Día de las Víctimas del Terrorismo- no está incluido en el calendario escolar. Tampoco es contenido curricular. Es decir, que si una catedrática va más allá de sus tareas y obligaciones para ampliar los conocimientos de sus discípulos ingresa en un terreno de fluidos no newtonianos donde las Secretarías de Derechos Humanos merodean con tanto placer.

Vegeta una cierta cultura entre los argentinos a rivalizar e impugnar sin comprobaciones. El jefe del gremio docente de La Rioja es Rogelio De Leonardi, quien consideró la posición de Megías como una reivindicación del terrorismo de estado. Es miembro del Partido Comunista que se integra al Frente para la Victoria a través del frente peronista Nuevo Encuentro y pareciera no tener una amplia frente. De Leonardi habla de sus vivencias durante el último gobierno de facto, privado de su libertad. Si esto fue un hecho, el ataque al cuartel de Formosa también lo fue. Tal vez para un sindicalista Comunista/Peronista/Kirchnerista (Debatimos el choque de ideas en estas corrientes?) con una leve tendencia a usar palabras como reivindicar o apología sin saber bien el significado, una milla extra en la carrera del aprendizaje, es una iniciativa negativa.

Fernanda habla con voz pausada, tranquila. Abrazó la profesión como segunda opción ante la imposibilidad -por falta de medios- de una carrera de abogacía en su tierra, pero el enamoramiento con la docencia fue instantaneo. "Elegí una profesión más dificil, pero más reconfortante aún..." en sus propias palabras y en sus nueve años de experiencia en este rubro.

No solo descarta los mensajes ocultos, ya que siempre actuó con el permiso de las autoridades, llámese la clase sobre el 5 de Octubre o una evocativa sobre las Islas Malvinas.

Fernanda Megías, la mujer, la docente, esta ciudadana que debería ser premiada por un gobierno normal, gracias a su dedicación, a su esmero y su pasión por hacer pensar, ahora esta impedida de hacerlo por treinta días. 

 

Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

 

 

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