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Cartas sin firma

Rostros sin forma

 

Podrido de misivas ocultas.

 

La bella mujer volvió de su hora de almuerzo con un recipiente de café helado en su mano y se dejó caer en su silla mirando de reojo un papel cuidadosamente doblado que descansaba frente a la pantalla de su computadora. Casi displicente, la abrió chasqueando sus dedos. La cerró rápidamente y la arrojó a la cesta.

-Carta anónima, cobardía en letras -dijo sin piedad, mientras apuraba el brebaje con un sorbo largo, arrugando sus labios de manera cómica- Carta anónima, cobardía en letras…

El frío corrió desde la entrada hasta la última ventana y muchos reprobaron tan cortante actitud. Por un segundo vi flotando algún corazón destrozado, pero inmediatamente caí en cuenta del favor que esta mujer le brindaba al ser que por siempre permaneció en la penumbra y nada consiguió.

Todos los días recibimos entre trescientos y cuatrocientos emails con declaraciones, protestas, comentarios y sugerencias. El ochenta por ciento son cartas pretensiosas con destino a importantes funcionarios. Están bien escritas. Gritan la verdad. Son un sincero desarrollo de penurias. Son quejas comprensibles. Pero carecen de firma. Si el mensaje es que es la voz de muchos, no sirve ya que no tiene rostro. Si es por el anonimato de la humildad, no es creíble.

Hay docenas de hombres y mujeres que -aún sin tener familiares en causas aberrantes luchan como si fueran propias, quizás haciéndolo solo por el honor, la verdad y la justicia- arrojan sus nombres, exponiéndose a críticas y sanciones. Así, permanecen con la cabeza erguida y se levantan asimilando los golpes bajos.

Es cierto: No sé, ni imagino que es estar en una celda ni las consecuencias que esta pueda producir en un prisionero. Puede quebrarlo física y mentalmente, pero el hombre esclavizado… ¿qué más puede perder?

Por eso, aquí, desde otro ámbito -y disculpen si se sienten agredidos, no es mi intención- digo que estoy podrido de cartas sin firma, esquelas sin rostro.

No es un aporte positivo a una causa tan digna como esta.

 

Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

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