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Febrero 12, 2016

Comiéndose  al  Caníbal


   Él, es un buen policía que lucha eficazmente contra el crimen. Por eso, matan a su familia delante de él. Decide tomar venganza. Emprende la cacería, día tras día, obsesivamente hasta dar con el sicario. La pelea es salvaje. Finalmente, preso de una crisis que lo pone fuera de sí, tiene reducido, cara a cara y pistola en mano al objeto de su justificada furia de venganza personal. Todo su cuerpo tiembla descontrolado y su mente estalla en contradicción.
 ¿Hago Justicia?  ¿Lo entrego a la Justicia?
   La “platea” clama que el noble justiciero apriete el gatillo.
   Luego de tensos momentos, se escucha:
- Tiene Ud. derecho a permanecer callado…
   Hemos asistido en el cine a esta escena, en cien historias.
   Nada puede estar por encima de la Ley.  Si nuestro “héroe” hubiera apretado el gatillo, entonces, “se hubiera comido al caníbal”.
   Sin embargo actuó y venció su convicción de hombre formado en la Ley.
   Guerra antisubversiva de los 70. Si la ley “beneficia” al acusado, no puede mediar manipulación política alguna, para lograr una condena.
    La militancia o la simpatía por la “La Resistencia” no da derecho a actuar por sobre la Ley. No se puede adecuar la Ley para lograr un objetivo político de venganza (como deseaba la “platea” de nuestra historia). La Ley es una y debe cumplirse, tal como era al momento de los hechos.
 Quienes se asocian, promueven o justifican la modificación de la ley en este sentido, se “están comiendo al caníbal”, o sea, son caníbales, que degradan, denostan y destruyen los valores que dicen defender.

 

RICARDO von KYAW   

Capitán PP

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