La oposición paraguaya criticó al presidente Horacio Cartés y pidió su renuncia acusándolo de negligencia en el caso de los ocho militares muertos en manos del grupo terrorista EPP.

El hecho sucedió a unos 70 kilómetros de Concepción el pasado sábado, cuando una bomba accionada a control remoto fue detonada ante el paso de una unidad militar que avanzaba por un camino vecinal. Luego de estos, los atacantes se aproximaron al vehículo y terminaron su tarea fusilando a los militares.

 La banda armada financia sus operaciones criminales con el dinero recaudado de los secuestros, extorsiones a ganaderos y el tráfico de marihuana en consonancia con narcotraficantes que exportan el alucinógeno a San Pablo y Río de Janeiro. La FTC estima que el EPP cuenta con 3.000.000 de dólares para perpetrar sus golpes. El departamento de Concepción, junto al de Amambay, ambos en el noreste, colindan a través de una larga frontera seca con el Brasil.

Apenas conocida la masacre, la oposición y la disidencia del partido Colorado oficialista reactivó su artillería para desgastar al Presidente. “Presidente Horacio Cartes, si mi partido tuviese un diputado, impulsaríamos un juicio político para destituirlo”, lanzó la senadora Desirée Masi, perteneciente al minoritario Partido Democrático Popular (PDP), de izquierda.

Se trata de la esposa de Rafael Filizzola, ex ministro del Interior del ex presidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), destituido en 2012 por un juicio político que le entabló el Congreso. Filizzola soporta un proceso por corrupción por la compra de cinco helicópteros durante la administración Lugo.

El senador disidente del Gobierno, Mario Abdo Benítez, pidió públicamente la destitución del ministro del Interior Francisco de Vargas “por la desesperante inseguridad que sufrimos”.

“Cartes está rodeado de personas que le dicen lo que quiere escuchar”, subrayó Benítez, ex presidente del Congreso entre 2015 y junio pasado, actual pre candidato a presidente de la República por el partido Colorado oficialista.