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Ingobernable América

Por Fabian Kussman

 

En una entrevista difundida ya tiempo atrás, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro expresaba la importancia de una comunicación fluida con la oposición. El reparo se centraba en los rivales de orientación capitalista, cuya ideología no podría ser alterada. Sucesión de conspiraciones, los desabastecimientos, la guerra económica librada por Estados Unidos, la sospecha de su ciudadanía, la lucha contra la corrupción, fisuras entre los pilares de La revolución, la Asamblea Nacional con la certeza de un atentado contra su vida, ha sido demasiado para el hombre mediocre. Un hombre poco preparado para asumir el compromiso de liderar una nación. Un hombre con poca astucia e inteligencia que anheló y consiguió calzar los zapatos del comandante Chávez –Otro personaje poco brillante que en una escala de dictadores solo podría ser comparado con Idi Amin Dada o Jean-Bedel Bokassa dueños de Incontinencia Oral y de perfiles poco interesantes. Estos, congregados con mas importantes, aun tristemente celebres dictadores, trepan o han trepado  al monte del poder gracias a la siembra estratégica del terror y sin abrazarse a tácticas, ideas y con un grueso faltante de idoneidad.

 Los pueblos latinoamericanos también tienen su parte de culpa abrazando un sometimiento y aceptando la torpeza de contentarse con lo inmediato y ser medianamente solventes hoy, con el gobierno de turno. La utilidad personal, la ambición particular, la comodidad momentánea fija precedentes sin visión. En este ámbito, en este medio ambiente, el horizonte trazado por un Chávez o un Maduro nunca podría haber sido alentador. El malogrado Comandante declaró en vastas oportunidades antes y durante los albores de su mandato, su descontento con la perpetuidad de Fidel Castro en el gobierno de Cuba, para –tal vez luego de un par de bofetadas americanas, convertirse en su admirador incondicional. El pueblo no vio o no quiso ver las reacciones de su líder ante confrontaciones internacionales. Un hombre que acomodó su discurso cuando su ego era lastimado, otra vez desnudando su limitada altura política.

Los Hispano Americanos estamos hermanados en una continuación de lecciones de historia no asimiladas. Una catarata de gobiernos después de otros nos ha demostrado la inacción intelectual superada por la conveniencia personal. La situación funciona bien si y solo si nos beneficia sin importar si perjudicamos al verdadero trabajador, al inocente, al justo. Como las tribus originarias americanas, nunca los lazos  de las repúblicas sudamericanas o centro americanas se integraron. En consecuencia, tampoco lo hicieron o lo hacemos en la actualidad como conciudadanos. La tan mencionada solidaridad Iberoamericana nunca existió. La salvación individual es el objetivo. Detectando esta filosofía de vida, los tiranos actuales ganan amplio terreno. Y este método de los tiranos actuales (Morales, Fernández, Correa, Maduro son sinónimos literales) con sus pobres y gastados discursos populistas -que en ciertos casos recuerdan a esos vendedores de sistemas piramidales- debería ofender nuestra inteligencia.

En su carta al General Juan José Flores, Simón Bolívar sentenciaba que la América (Latina) es ingobernable para nosotros. Excepto para historiadores mercenarios, El Libertador estaba acertado.

Agosto 21, 2015

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