El Informe Benson
Benson
El presbitero Jorge Benson, de la parroquia el Señor del Milagro, envió una misiva a Cartas de Lectores del diario La Nación, en la cual -por primera vez- observo del puño de un miembro de la Iglesia expresar las palabras "Preso político", "Prisionero de guerra" o "Guerra" al referirse a la situación de rehenes ex uniformados en Argentina. Además, el padre Benson sabe y expone que -como sociedad- hay una gran deuda para con algunos de ellos, desprovistos de sus derechos y las honras que merecen. Aquí, la carta del padre Benson y algunas contestaciones.
Fabian Kussman
Misión carcelaria
Como cualquier sacerdote que visita reclusos, compartí cuatro días en el penal de General Güemes, Salta, con los presos políticos, o prisioneros de guerra, en una especie de misión y retiro espiritual. Entre misas, confesiones y caminatas, escuché testimonios tremendos de esos años de guerra sin cuartel. Si salir a matarse, en defensa de lo que sea, siempre es un horror, esa guerra, sucia de robos y crímenes, fue más horrible todavía. Pero todos los pueblos agradecen y honran a los que tienen que enviar, inevitablemente, a matar y morir en su defensa. Por eso me pregunto, después de este glorioso festejo del Bicentenario, ¿no sería lógico ver desfilar también a los héroes de la defensa de la Nación contra la guerrilla y el crimen organizado, y que los honráramos con nuestras banderas a su paso, como hicimos por fin con los héroes de Malvinas?
Mientras tanto, y para que vean que no están solos ni olvidados, como se sentían hasta hace poco estos valientes veteranos, podríamos adelantarnos y desfilar nosotros, ciudadanos y vecinos, entre sus cárceles, para alentarlos, sostenerlos y aun ayudarlos con la comida y los remedios y los materiales para sus artesanías. Como sabemos que, entre los de la sección llamada "de lesa humanidad", los hay sin juicio ni condena, esperamos que pronto, justo juicio mediante, muchos puedan volver a su casa a disfrutar de los nietos. Y habiendo sobrevivido no sólo al atentado criminal en nuestras calles y al combate en montes impenetrables, sino también al cautiverio, reciban la honra y gratitud que les estamos debiendo.
Jorge Benson

Agradecimiento al padre Benson
Mi agradecimiento por su valiente Carta de Lectores del día de hoy en el diario La Nación y por su visita a una prisión de "adultos mayores" durante 4 días.
Soy ex alumno del Colegio Don Bosco de Bahía Blanca, luego Policía y desde hace 20 meses "prisionero ilegal" por los mal llamados delitos de Lesa Humanidad. Hoy en prisión domiciliaria en Pinamar, Provincia de Buenos Aires, luego de 31 días de huelga de hambre.
Con mi familia tenemos la página
en donde damos la cara y peleamos contra la mentira. También debo decirle que luego de 67 cartas al Papa Francisco, mas de 100 a los obispos a mas 240 emails, sin una respuesta, renegué de la fe cristiana. Su acción me revindica.
Muy atentamente,
Claudio Kussman


Respuesta al padre Benson
En mi condición de Preso Político, condenado de por vida por actos que no cometí, agradezco al igual que mis camaradas de cautiverio las justas reflexiones de su paso por la cárcel de Salta.
Desde la prision de Ezeiza dode estuve recluido, vi morir a muchos de mis compañeros, valetudinarios, que no aguantaron el injusto encierro. Desde que comenzó esta persecusión contra aquellos que luchamos contra la delincuencia terroristas en defensa de la sociedad, ya han muerto en cautiverio 400 hombres.
Que mas podemos ofrecer a esta sociedad joven y sin memoria que se olvida de quienes la defendieron a costa de sus vidas, su honor y dignidad ahora masillados.
Lo que mas nos duele a los combatientes contra el terrorismo es la ingratiud de quienes nos pedian que terminaramos contra la lacra subversiva y ahora nos dan vuelta la cara. En esta ingratitud incluyo por supuesto a legisladores, justicia y autoridades del mas alto nivel.
Gracias por su acción y sus palabras.
De Dios esperamos toda la fuerza y la solución de esta ignominia.
Jorge Muñoz, Comisario General (R) PFA.

Contestación al padre Benson
Mi amigo Kussman me ha hecho llegar su carta a lectores de La Nación. Yo también soy ex alumno de Don Bosco (Sagrado Corazón de Jesús en La Plata y San Fracisco de Sales en Ciudad de Buenos Aires).
Soy mayor retirado que presté servicios en el B.Icia 601 (no se asuste), luché contra el terrorismo subversivo y manifesté mi constante desacuerdo con las metodologías empleadas. Volqué mi esfuerzo en proponer otras maneras de hacer las cosas, y a la vez traté quizás vanamente de salvar vidas inocentes (es decir no terroristas) con la debida autorización de mis superiores que conocian y aceptaban mi manera de pensar. Por lo tanto no es erróneo decir que los que salvé los salvó el Ejército Argentino. Esto me costó discrepar con muchos de mis camaradas.
Dado que también hice cosas contra el terrorismo, aún desde cuando solo era proyecto, pero enmarcado en una lucha profesional, realicé desde 1965 investigaciones (sin la metodología utilizada) que algunos superiores consideraron eficientes.
En 1980, viendo que mis posibilidades para salvar vidas se reducian, renuncié al Batallón, donde entre 1970/80 trabajé como empleado civil dado que ya estaba retirado.
Posiblemente me autosatisface que en esa gestión salvé la vida de 4 hijos de Santucho, las mayores adolecentes y un bebé de meses, que fui a buscar a un centro de secuestrados y los dejé con su tia (una terrorista) en un hotel que pagó el B Icia 601, para que volvieran con su padre. Y lo hice en nombre de la hija del My Viola, ambos asesinados por el PRT ERP. Queda hilo en el carretel, pero esto se lo informo para que ubique lo que me ocurre hoy.
Estoy condenado a prisión perpetua, por la desaparición de un pobre soldado en Colonia Sarmiento en 1976. Resulta que no conozco Colonia Sarmiento y lo del soldado cuando lo leí en internet en torno al 2000. Supongo que los verdaderos autores estarán felices y contentos....y que Díos los juzgue. Tengo 84 años y desde febrero me encuentro en prisión domiciliaria.
Por otros motivos que los de Kussman; estoy alejado de la Religión Católica. Pero soy muy creyente en Díos y me autotitulo un cristiano a partir del pensamiento de Él.
Creo haber conocido al actual Papa en 1976, o por lo menos al superior jesuita de la Argentina. No fue una relación estable, dado que yo necesitaba para mi lucha por salvar inocentes apoyo moral.Tuve de amigo un jesuita, hoy fallecido, el RP Virasoro.
Viendo lo que pasa con Kussman, veo que la decisión cristiana del Papa "tiene limitaciones".
Pero leyendo su carta, percibo un compromiso cristiano, que por ser tal es valientemente expresado. Espero que el Papa no lo condene.
Cuando la huelga de hambre de Kussman, escribí al nuncio, que nunca me contestó. Le recordé que muchas veces hay eclesiásticos que creen que Díos necesita que ellos lo defiendan. Tienen tan poca fe, que como en política los legisladores, asumen una vez en las bancas; que ellos no representan al pueblo sino el pueblo a ellos.
Me alegro que Ud. con este mensaje que ha hecho, asume su función apostólica, que seguramente lo acompañó toda su vida. Aún así, muchas gracias.
Carlos Españadero, aún My (RE), condenado a prisión perpetua en domicilio por un crimen que no cometió.
