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Enero 18, 2015

Carrera Presidencial en Estados Unidos

Lo que es basura para una persona, puede ser basura para otra

 

El presidente Obama se ve impedido por los límites constitucionales a la búsqueda de la reelección en 2016. Una más que inmensa cantidad de candidatos compitieron y siguen compitiendo por el ansiado puesto de trabajo buscando sus nominaciones en los partidos Demócrata y Republicano.

Curiosamente, entre las olas de este último partido político asoma el empresario Donald Trump, liderando encuestas que le tienen a la cabeza con un 35%, en casos una diferencia de 10 dígitos con su rival interno más próximo. Trump, quien a mi entender tiene todas las características de un pequeño dictador africano (O sudamericano) tiene un consenso especial entre aquellos que ven las oportunidades de un gran hombre de negocios. “Detrás de toda fortuna hay un crimen” decía Balzac. No quiero ser tan extremista, pero Trump se ha valido de ciertos atajos para salir airoso de los problemas económicos que le azotaban en los noventas. Contratos extraños, promesas incumplidas a sus acreedores, compromisos quebrados con sus empleados, pero dueño de un carisma que le otorgaba un enorme poder de convencimiento que -en mi modesta opinión- le acercan más a un representante de fraudes piramidales que a un ético empresario. Es una incógnita podría desenvolverse en un mundo corrupto cuyos líderes quieren dinero ya, teniendo en cuenta que sus cargos vienen con fecha de expiración o como gravitaría en aires chinos cuyo pueblo es tratado bajo un régimen comunista, pero sus dirigentes no.

Ben Carson es una sorpresa. El neurocirujano retirado originario de Detroit parece tener una controvertida opinión política. Republicano, se desafilió a ese partido volviéndose un independiente, declarando haber visto demasiada hipocresía en los dos partidos mayores. Ahora le vemos reaparecer buscando candidatura mediante el grupo político del elefante. Una de las personas que niegan las teorías científicas sobre cambio climático, es dueño de firmes creencias religiosas, las que abrazó luego de que su temperamento le traicionara en más de una ocasión. Una vez confesor del intento de golpear con un martillo a su madre y de atacar a un amigo (Un compañero de clase, un familiar cercano o un vecino, no es claro en sus diferentes versiones) pero sus vecinos no recuerdan esta personalidad, ni los incidentes aducidos por el candidato afro americano (Y no comprendo cómo esto podría ayudarlo en su campaña…) pero no han sido las únicas discrepancias de su pasado. Carson menciona una pobreza extrema durante su infancia, pero investigaciones periodísticas han encontrado su pertenencia a una clásica familia de clase media americana. Poseedor de un pobre uso de las palabras, es un declarado negador de la teoría de la evolución, describe al Big Bang como un cuento de hadas y afirma que las pirámides de Giza (o Guiza) no eran tumbas sino silos de granos construidos por Joseph (En la biblia, el hijo de Jacob) mientras que arqueólogos han probado que las mismas eran utilizadas como bóvedas funerarias. A menos que Carson tenga una edición de la biblia acorde a los Resúmenes Leru, en la versión del Rey James estos graneros se situaban en la ciudad. Carson piensa que el enemigo mayor de los Estados Unidos no es ISIS, China o Rusia, sino la decadencia de la infraestructura espiritual exponiendo que nunca es tarde para rezar. Si consideramos que los cristianos y los musulmanes tienen un Dios diferente estas plegarias tienen pocas chances de ser respondidas.

No realizo ningún descubrimiento al decir que Marco Rubio es de extracción hispana. Sin embargo, muchos latinos deben haber sentido un dejo de tristeza ante los confusos movimientos del senador representante del estado de la Florida. Rubio presentó un plan para otorgar a inmigrantes ilegales un pasaje que les permitiera llegar a la legitimidad. Este plan contrastaba con las ideas de su partido, considerándolas una amnistía. Rubio detuvo el arribo de su programa al congreso y se decantó por preparar una serie de proyectos individuales. Rubio, ahora, está más comprometido a detener la inmigración ilegal, sin referirse a la situación de aquellos viviendo en el país irregularmente. “No creo que es una decisión para realizar en la fase inicial. Las primeras DOS cosas que debemos hacer es detener la inmigración ilegal” afirmaba el candidato presidencial en septiembre del año 2015 “Luego, la segunda es modernizar nuestro sistema de inmigración legal, y la tercera tener un debate acerca de cómo, siquiera, legalizar personas, para empezar. Y entonces últimamente en 10 o 12 años podríamos tener un amplio debate acerca de si esto ha funcionado y deberíamos permitir a algunos de ellos a aplicar por una residencia temporaria y luego eventualmente, la ciudadanía”. Es muy crudo, muy triste resumir el tópico de la inmigración en Estados Unidos. Día a día escuchamos de familias separadas, de deportaciones, de chicos que seguramente morirán de hambre o bajo la violencia al retornar a sus lugares de cuna. Pero cuando algo es ilegal, suena a ilegal. El senador Rubio cuando algo es confuso, como su discurso, demos esperanza a la gente, para luego parlotear y no hacer nada.

Analistas aún no concuerdan los dictámenes de la Constitución Americana acerca del lugar de nacimiento de Ted Cruz. La interpretación de las reglas -según los expertos- sobre la posibilidad o no de Cruz debería ser resuelta por la Suprema Corte, ya que es una pregunta sin respuesta desde hace más de doscientos años. Madeleine Albright y Henry Kissinger nacidos en Checoslovaquia y Alemania respectivamente, alcanzaron cargos como Secretarios de Estado. El sueco Sigurd Anderson fue gobernador de South Dakota, pero con la presidencia no se juega. Rafael Edward “Ted” Cruz nació en Calgary, Canadá en 1970 hijo de un cubano y de una americana. Se graduó en Harvard con el diploma de abogacía, carrera que practicó hasta fines de los años noventa para incursionar en cargos públicos. Cruz pertenece al grupo que niega el calentamiento global, afirmando que no hay demasiada evidencia científica sobre esto. Este movimiento -en su concepto- es acerca de poder y dinero. Tal vez por este poco interés por el vil metal, Cruz olvidó reportar un préstamo de un millón de dólares que destinó a su campaña.

Jeb Bush, ex gobernador del estado de Florida; Rand Paul, Senador por Kentucky; Carly Fiorina, aquella CEO de Hewlett-Packard que se cansó de esperar a Néstor Kirchner tiempo atrás y Chris Christie, el gobernador de New Jersey parecieran ya estar sentados en la mesa de los chicos. Por lo que es más interesante saber que pasa en el banquete de los demócratas.

La ex Primera Dama y ex Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton pudo salir bien parada de escándalos como Whitewater y parcialmente sentada de las fallas de seguridad durante los ataques en Bengasi, pero nadie puede discutir su dignidad para seguir en el ruedo luego del incidente Mónica Lewinsky. El polémico analista Christopher Hitchens acusó al matrimonio Clinton de mentirosos compulsivos al llevar adelante la relación por conveniencia y que el abuso de la señora Clinton se adapta a circunstancias mínimas con gran provecho. Hitchens menciona que cuando (Hillary Clinton) fue presentada ante el malogrado sir Edmund Hillary, su madre -en honor al famoso conquistador del Monte Everest- la nombro así. La señora Clinton nació en 1947. Sir Edmund Hillary llegó a la cima en 1953. Intrigante comportamiento de la madre de la única candidata presidencial en carrera que durante seis años la llamó “Nena, ¡ven aquí…!”

Uno de las preocupaciones acerca de la candidatura de John McCain en el año 2008 era su edad. Esto -es mi parecer- obedecía a la tribulación del votante en pensar que sería del país en caso de que el otrora héroe de guerra pereciera en funciones y Sarah Palin (Una especie de Isabel Martínez de Perón del desarrollo) tuviera que calzarse sus zapatos. Algunos años mayor que McCain en su momento, Bernie Sanders no es cuestionado por su edad, pero si por su presencia y movimientos físicos descoordinados, aunque aplaudido por su decencia política y su falta de vacilación al reconocer que otro candidato podría tener razón o un mejor plan.

Martin O’Malley no es el tercero en la discordia. Un gran porcentaje de la población confunde su nombre de pila y no menos desconocen sus credenciales. Quizás esta elección haya sido solo un test para él y una (o la única manera de promocionar su próximo paso) El 61avo gobernador de Maryland es tal vez el más progresista de todos en el sentido de buscar innovaciones y reformas, y el más libertario en cuanto a sus conclusiones ideológicas y puntos de vista sobre homosexualidad. O’Malley es un hombre preocupado por el bienestar animal, respetuoso de la religión -siempre y cuando esta no interfiera con decisiones personales o comportamientos privados-. Tal vez O’Malley sea el presidente de una generación que está a unas millas de distancia, aún.

Sanders y O’Malley -creo yo ya descartados de la lucha presidencial mano a mano- son los Macris norteamericanos. Es decir, los menos peores.

 

Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

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