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El MIEDO A LA LEY

Por el Dr. Carlos del Señor Hidalgo Garzón *

 

Desde hace muchos años, en mi vida, crecieron los frutos dulces y amargos de la necesidad de saber. Y a partir de las enseñanzas del hogar, donde se me estimuló desde la infancia a leer y escribir y fundamentalmente a oír, sin discriminar. Nunca olvidaré los conceptos, de los valores y la potenciación de los dones, que se nos dan en el decurso de la vida, siempre cumpliendo las biológicas etapas de adquisición y traslación. Nunca guardar, ni temer al compromiso del que piensa diferente.

Yo no recuerdo a mi padre como un hombre practicante de ninguna religión o culto. El tenía como Biblia, el Martín Fierro Almafuerte y José Ingenieros, entre otros autores. Básicamente sus enseñanzas referían a la conducta del hombre en el cumplimiento de los estamentos Morales, respeto y educación, disciplina de hábitos y proyección a la convivencia pacífica. Siendo el Honor  la palabra de compromiso hombres entre hombres derechos.

Y ese fue el ideario educativo del hogar, que llevo hasta este momento, pasados los años, comprendí, ya no por imposición sino por discernimiento, la religiosidad, la piedad y fundamentalmente la tolerancia. Inclusive en la medida que avanzaba en mis estudios, la prioridad de aquellos que niegan las deidades conocidas y los ejemplos históricos y constructivos inscritos en buena parte de la humanidad en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Hoy veo que mis diálogos con los entonces curas – Quarraccino y luego Bergoglio, no fueron en vano. Y hoy el actual Papa, llama al dialogo profundo y respetablemente amistoso, entre – seres humanos – de distintas confesiones. Esto también me hace reflexionar en materia del gran tema de la convivencia pacífica, No soy un lírico ni idealista, aunque reconozco el valor de la Filosofía en búsqueda del arjé y el oicos. Es decir sin simplicidad el objeto y la razón y de la vida y la verdad.

Esto lo dirimimos con amplitud hace muchos años con estudiosos rabínicos de la Torá y el Talmud. Y con mente abierta y espíritu humano, fui descartando, las nimiedades y vista corta, en la cosmovisión de los seres humanos, asidos a la Ley.

Es evidente, que luego en las universidades, y los claustros académicos nacionales y extranjeros, los términos griegos, hebreos y romanos, fueron esclarecedores en la colegiación de las normas de convivencia, y política y jurídicas. Y se fue dando en los contextos culturales del universo terrenal las normas, vindicativas, limitativas y naciendo el concepto de Justicia, se entronizó una nueva Majestad con potestades regladas hacia el bien común del colectivo social. Pero no olvidemos el factor humano y las escuelas de interpretación y aplicación – También las leyes tienen sus límites – bien llamado la sana conciencia, y la verdad como calificador de de una real convivencia.

Cuando se llega a la edad de transferir, y sobre todo a generaciones desinformadas con el temor al poder omnímodo de las TIFA – Tiranías Ideológicas Financieras Asesinas. Hace mucha falta lo que el combate donde se mata y se muere, la necesidad del “atrévete!!”. Pues la vida para ser vivida en el “arjé y el oicos” , es necesario transmutar nuestros “demiurgos” y miedos a partir de la aceptación , como aquel que le cae una enfermedad terminal, o como es mi caso de Prisión Perpetua, disfraz ecuménico de Pena de muerte , previo Tormento y Acción Psicológica minusvalizante.

El miedo del campo de combate, se presenta en todo soldado, al momento de enfrentar al enemigo, ambos su trabajo es matar o morir , pero al decir de nuestra experiencia con los británicos, terminado “el trabajo” con fair play, juntar los muertos juntos, curar a los heridos sin distingos, de bando y hasta fumar un cigarrillo. Esto, aquí y ahora expuesto, es la más pura realidad aristotélica. La humanidad siempre tuvo y tendrá guerras y al decir de Platón en La República: “los guerreros son la clase más preciada del estado”. Y si bien es cierto su idealismo. Doctores de la Iglesia y filósofos del engendro del miedo, han concurrido en “la única verdad es la realidad.

Y así es traspolando las esencias fácticas, que es necesario. Como me decía el Rabino, conocido en un  viaje de colectivo, y ocupando el mismo asiento. El con su Torá y yo con mi Biblia, en los cinco primeros libros del Génesis al Deuteronomio. “los hombres negamos a Dios, sabiendo que el no nos niega” y la base es el sano temor diferente del miedo, en el contexto de la convivencia social, política o religiosa.

La Argentina, afirmo se nos presenta como una “eterna adolescente”, es decir con dificultades históricas de maduración en la convivencia armónica, bajo un Estado de Derecho Justo – Asumiéndonos como Res-publicae y con las legítimas garantía de un constitución, seria y no admisible a una TIFA, con una real Democracia. Respeto a las Instituciones y el disenso justificado.

En algunos momentos, de nuestra historia, advertimos, que somos un pueblo sanguinario, anárquico, individualista o sea no solidario, con islas poderosas de poder no compatibles con los reales Derechos Humanos, concebidos esencialmente como adecuación normativa de las sociedades y las naciones  por el mérito de la Justicia. Este tema universal, también bastardeado, por fallas culturales, propias e importadas y metodologías alejadas de la mas mínima piedad, por el semejante.

Nosotros, los hombres que la TIFA, encerró en mazmorras ilegalmente, sin respeto al corpus iudice, pero con el claro objetivo de la eliminación sistemática de muertes por tormento permanente, dibujados en actitudes contrarias a derechos elementales. La venganza nacida de la connivencia del odio y venganza, parte de una estrategia sin tiempo y fundamentalmente crematística. Impera pero no gobierna. Trasciende lo que naturalmente es el dar a cada uno lo que le corresponde. La maldad insolente se enseñorea, enlutando no solamente muchos núcleos familiares y sociales. Sino quemando en el Baal del odio ya más de tres generaciones de argentinos. Hoy desorientados y con miedo.

Sin embargo, los ciclos de la vida, permiten restablecer y reconstruir naciones destruidas por sangrientas guerras mundiales o locales. Pues ese es el camino hacia la desconocida Paz y Convivencia de los hombres que venciendo la cobardía, las miseria propias y ajenas. Dan los pasos a la reconstrucción y la convivencia, sin miedos a la Ley. Esgrimida como arte – actividad libre y creadora – afirmando las esperanzas y sueños truncados, por el egoísmo, la maldad y la injusticia. El concepto de Patria , es relevante del miedo. Y necesaria la Entrega espiritual y racional, para un mejor proveer.

 

*CARLOS DEL SEÑOR HIDALGO GARZÓN, tiene 71 años de edad, es Mayor (RO) del Ejército Argentino.

Sirvió en la Infantería, fue Comando, Paracaidista, y Oficial de Inteligencia Estratégica.  Es veterano de la Guerra

de Malvinas, donde fue herido en combate, por lo que lo pasaron a retiro obligatorio, por Inútil de todo Servicio.

Es Doctor en ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, criminólogo, Catedrático Universitario y fue Subsecretario de

Culto de la Cancillería Argentina . Ha sido condecorado con la Medalla al Valor en Combate, Medalla La Nación

Argentina al Herido en Combate, Distinción de Campaña Malvinas y Distinción Universitaria.

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