NOTA MALDITA

Por Claudio Kussman

LOS MALDITOS DERECHOS HUMANOS DE ARGENTINA

Leer el informe médico del Doctor CASTEX sobre el policía MIGUEL ETCHECOLATZ  y recordar su estado de salud, me retrotrae a los momentos oscuros que pasé en el Hospital Penitenciario Federal de Ezeiza. Me recuerda cuando yo requería de una silla de ruedas para movilizarme hasta el teléfono y me decían que no había. Cuando nos ganaba la sarna y las cucarachas y estábamos todo el día sometidos a luz artificial, y al aire viciado, por falta de ventilación en sus pasillos. Este establecimiento de baja complejidad, que numerosos burócratas y militantes radicalizados, califican a pesar de los informes  penitenciarios, como de “alta complejidad”, apto para cuidar de ancianos muchas veces terminales, me causa verdadera repulsa. Hace que me pregunte: ¿Qué sentirá un funcionario gubernamental que sabiendo lo que es y lo que pasa, prefiere hacerse el distraído, mientras seres humanos sufren y mueren uno tras otro? ¿Se sentirá orgulloso de abusar de un anciano enfermo, próximo a los 90 años de edad? ¿Tendrá familia, hijos niños con los que juega? ¿Será creyente y concurrirá los domingos a misa?