Es la 01.40 PM. Una vez más, nos formamos a lo largo del pasillo central que une los nueve pabellones que ocupamos en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal de  Ezeiza. Y guardamos un minuto de silencio. Miramos al frente y quizás para contener la emoción evitamos ver la cara de quien ocupa el lugar frente nuestro. Esta vez estos 60 segundos en el tiempo, fueron en honor de ANTONIO ANGEL MOCELLINI fallecido en horas de la mañana de hoy. Ocupaba una celda en el pabellón 6 distante 40 metros del mío. Mocellini tenía 78 años, repito 78 años, era Capitán de Navío de Infantería de Marina y permanecía preso desde hace dos años y nueve meses, a disposición del “Juez” Carlos Rozanski  (Mocellini había ingresado con un cáncer encapsulado. Últimamente se le habían efectuado varios estudios  en hospitales municipales. El “juez” como así el Ministro de Defensa Agustín Rossi  habían prohibido su atención en el Hospital Naval ( pese a que las cuotas del servicio le eran descontadas de su retiro) Durante este último mes, no retenía la comida que ingería vomitándola casi de inmediato. Había bajado más de 15 kilos de peso y se lo veía sufriente y demacrado. Finalmente hace siete días (el “juez”) autorizó su internación en el Hospital Naval donde fue operado. Mejor dicho solo se constató que ya era demasiado tarde. Recibida la noticia de su deceso, un amigo y compañero de prisión llamo a la señora Mocellini para darle el pésame  y quedo sorprendido ya que la familia y ella misma, nada sabía de la muerte de su esposo.  Este y otros hechos ocurridos en los últimos años dan cuenta que la Marina como el resto de las fuerzas perdió “el orgullo de ser” sometiéndose a arbitrariedades y venganzas ideológicas propias de “la década ganada”. Me acerque a la celda que ocupo Mocellini, permanece sellada y alguien pegó en la puerta un letrero que reza-“Dios es Infante de Marina”. Será así?